La microbiota, también conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino y desempeñan una serie de funciones esenciales para nuestra salud. Estos microorganismos incluyen bacterias, hongos y virus, entre otros.

En los últimos años, ha habido una creciente evidencia científica que sugiere que la microbiota puede tener un impacto significativo en la salud mental.

Se ha descubierto que la microbiota puede influir en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que están directamente relacionados con el estado de ánimo y la salud mental. Además, la microbiota también puede modular la respuesta del sistema inmunológico y la inflamación, que también están implicados en la salud mental.

Estudios han demostrado que la disbiosis, o desequilibrio en la microbiota, se ha asociado con una mayor incidencia de trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y el trastorno del espectro autista. Por otro lado, se ha demostrado que la administración de probióticos, "suplementos que contienen microorganismos beneficiosos para la salud", puede mejorar los síntomas de estos trastornos.

En resumen, la microbiota intestinal puede tener un impacto significativo en la salud mental y fortalecerla, ya sea de manera positiva o negativa.